TENEMOS MEMORIAS INCONSCIENTES DE RECHAZO, DE ABANDONO, DE ODIOS





Todos tenemos memorias inconscientes de rechazo, de abandono, de odios, de división, et. y con ciertas personas estas memorias se reactivan

Somos “espejos” unos de otros, y en el otro puedo comenzar a ver lo que hay en mi, esas memorias inconscientes, propias y/o heredadas de nuestro árbol genealógico; las cuales solemos “proyectar” en un otro; creyendo, ciegamente, que el “problema es el otro”.

Todos tenemos memorias inconscientes de rechazo, de abandono, de odios, de división, et. et. Y con ciertas personas estas memorias inconscientes se reactivan.

Entonces sentimos rechazo hacia este otro; y por resonancia, ese otro lo sentirá también por mi.

Cuando actuamos creyendo que “el problema es el otro” => quedamos a merced de este conflicto, sin poder liberarnos de estas memorias que nos perturban; las cuales se seguirán repitiendo en nuestras vidas y en las de nuestros hijos y descendientes.

Hasta que decidamos volvernos 100% responsables, hacernos cargo de la parte que nos toca a cada uno, y las entreguemos al Espíritu Creador para que las transforme.

Entonces, ¿porqué siento rechazo hacia alguien? porque hay memorias inconscientes en mí que atraen esa situación; memorias que se espejan en este otro, aquí y ahora, pero que suelen venir de mi pasado o el pasado de mi familia.

¿Para qué sucede esto?

¡Para que podamos liberarlas de una vez! el otro a quien rechazo y me rechaza por resonancia; me devuelve espejadas, estas memorias inconscientes que hay en mi, y en todos.

¿Qué puedo hacer? Ahora puedo optar por volverme 100% responsable y entregar estas memorias para que el Espíritu de Dios las transforme!

Los conflictos, entonces, ¡son una oportunidad para crecer!

Ahora veo que lo que hay fuera, es un espejo de aquello que hay dentro de mi.

Si percibo que un otro me rechaza, es mi propio rechazo hacia él que se “espeja”. Son mis propias memorias inconscientes que se activan para que pueda hoy liberarme de esta carga; y asi, servir a la Vida. Me libero yo y libero a mis descendientes de esta carga.

¡Adelante! a servir a la Vida con Amor!

Ejercicio Liberador:

Recuerdo a alguien por quien siento rechazo.

Tomo conciencia que este mismo rechazo siente esta persona por mi (por resonancia).

Lo/la visualizo delante de mí y le miro a los ojos.

Miro sus ojos, profundamente, conecto con su humanidad, percibo su dolor, sus deseos, sus fidelidades a su familia, su responsabilidad personal, su servicio a la vida así tal como es, y su auténtico ser.

Inspiro profundamente, tomando energía del campo de Espíritu de Dios, me abro a recibir esta nueva energía, me abro al campo grande del Espíritu Creador, y le pido “Por Favor…”

Tomo conciencia que todos los seres somos creados por Él, amados así tal como somos, aquí y ahora, todos pertenecemos a la gran familia humana, y estamos al servicio de nuestro Creador, cada uno en su lugar.

Me abro al Amor Grande que dice “Si” a cada uno tal como es.

Y expreso:

“En ti me encuentro a mí mismo. Ahora veo el daño que te he hecho con mi pensamiento, mi rechazo, mi juicio. Veo el daño que mis ancestros hicieron a tus ancestros. Esto ya terminó. Honro tu destino. Gracias por ser cómo eres”

Siento mi cuerpo, más amoroso, extendido, o liberado.

Hemos crecido en el Amor.

Mi ser está en sintonía con el Creador.

Le pido:

“Por favor Padre, libera las memorias de rechazo de mi propia vida, la de mi familia, y de la familia humana… Gracias, Por Favor, Si…”

Esta energía de Amor se irradia y contagia aquellos que resuenen con nosotros.

Y sigo entregándome a la Vida tal como es… de instante tras instante… sabiéndome guiada/o por Dios. No estamos solos! Algo Más Grande nos guía! y siempre nos guiará!

“Gracias… Por Favor… Si…”


Fuente: Despertar y Crecer

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