LA SOLEDAD EN EL CAMINO DEL DESPERTAR





La soledad en el camino de la espiritualidad, el crecimiento personal, el auto-conocimiento, la búsqueda de uno mismo o como cada ser humano quiera llamarlo.

En estos días de vacaciones donde he podido no solo descansar sino también charlar con amigos y personas afines en estos temas, la pregunta que me hacen es siempre la misma, es recurrente y se refiere siempre a la soledad, que siente todo aquel que inicia un camino de búsqueda.

Y es algo normal, ya que medida que uno empieza a adquirir conocimientos, a su vez adquiere mayor nivel de conciencia y como consecuencia, su forma de ser, pensar y sentir cambia.

Ya no le sirve lo de antes y las personas de su entrono cercano, perciben sus cambios y al salirse de lo que el sistema o la sociedad denominan “normal” le empiezan a colgar el cartel de “RARO/A”.

Y efectivamente hay un tiempo donde esa soledad es evidente, pero solo dura hasta que poco a poco vamos conociendo personas con las mismas inquietudes, de nuestra misma afinidad y vibración.

Pero nos guste o no a todos los que estamos transitando este camino de búsqueda, de espiritualidad, de auto-conocimiento, debemos reconocer que la soledad, es parte del proceso y tiene su razón de ser.
Solamente en la soledad es posible estar en contacto con uno mismo con la honestidad suficiente para realizar una introspección adecuada; sólo en la soledad es posible desarrollar la sensibilidad suficiente para conectarse con todo lo creado y con uno mismo; sólo en la soledad es posible tener la calma de espíritu suficiente para permitirse a uno mismo sentir la experiencia de transitar por el camino espiritual.

Aunque es innegable que también en la comunión con otras personas es posible tener experiencias espirituales, aún así se requiere de la soledad para sentirlas, integrarlas y llevarlas a la práctica.

El ser humano es un ser social, y como tal, está expuesto a la influencia del entorno en el que vive. Lamentablemente, esta influencia no es siempre del todo positiva. En ocasiones, esa influencia retrasa la decisión de comenzar a caminar por el camino espiritual, el crecimiento personal, el autoconocimiento o el encuentro con uno mismo y uno debe estar preparado para sus posibles consecuencias. Por ejemplo, a partir del momento que una persona desea crecer en alguna área de su vida, es casi inevitable que despierte resistencia de las personas que lo rodean.

Es normal que suceda y uno deberá enfrentar estos retos de la manera más consciente, responsable y armónica posible.

La soledad posee otra ventaja, más acorde al tránsito del camino de la espiritualidad: permite a la persona verse a sí misma tal como es, minimizando la percepción de sí misma producto de las percepciones ajenas. Es casi inevitable que una persona incorpore dentro de sí la percepción de lo que la sociedad espera de ella.

La enseñanza para nuestra vida es clara: para poder llevar una vida de espiritualidad que muchas veces implica nadar contra la corriente social, es necesario incorporar dentro de nosotros mismos las virtudes que afirman nuestra independencia moral frente a las exigencias sociales que nos alejan de nosotros mismos de nuestra verdadera esencia y de todo lo creado.
Para despertar al conocimiento de ti mismo

Para despertar busca toda la ayuda que puedas, lee los libros que encuentres, asiste a los encuentros que te inviten, medita, respira y espera, todo ayudará, pero finalmente solo tu harás la alquimia, pues nada puede precipitarla, solo tu intención que suceda. Y aún si no hicieras nada de nada, espera tranquilo, igual ocurrirá…

Si ya has despertado y ves como duermen los demás a tu alrededor, entonces camina en puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos, así como fueron perfectos los tuyos. cuándo ellos abran sus ojos, el fulgor de tu brillo los ayudará a despertar sin necesidad que hagas nada.

Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, estas siendo arrullado y cuidado.

Despertar no es un acto de magia, aunque llenara de magia tu vida.

Despertar no tiene nada que ver con tu mundo externo, aunque todo lo que te rodea parecerá tener un nuevo brillo.

Despertar no cambiará tu vida, si bien sentirás que todo ha cambiado. Despertar no borrara tu pasado, pero al mirar atrás lo percibirás como la historia de alguien muy querido que aprendió muchas cosas, pero sentirás que ese alguien ya no eres tú.

Despertar no despertará a tus seres queridos, pero ellos se verán más divinos ante tus ojos.

Despertar no sanará todas tus heridas, pero ellas dejarán de gobernarte.

Despertar no solucionará tu situación financiera, pero te sentirás millonario.
Despertar no te hará más popular, pero ya no volverás a sentirte sólo. Despertar no te embellecerá ante los ojos de los demás, pero te hará perfecto ante tu propia mirada.

Despertar no te dará más poder, pero descubrirás el poder que tienes.

Despertar puede que no disuelva los barrotes de tus cárceles, pero te dará la libertad de ser tú mismo.

Despertar no cambiara el mundo (hasta que alcancemos la masa crítica), te cambiara a ti. Despertar no quita responsabilidad, muy por el contrario te dará conciencia de las consecuencias de tus actos y elecciones.

Despertar no te hará tener siempre la razón, más bien ya no sentirás deseos de tenerla.

Despertar no traerá caudales de amor a tu vida, descubrirás que ese caudal habita en ti.

Despertar tiene poco que ver con lo que imaginas y tiene todo que ver con el amor.

Despertar es amarte a ti mismo, con tus límites y con tus experiencias, es amar al otro como parte de tu ser y es amar a la existencia… sí, amar esta bella vida tan sorprendente y variada en todos sus matices. Permítete disfrutar de la experiencia de ser el maravilloso ser que ya eres. Tu vida es un acto sagrado pues es la creación que hay en ti, que eres tú.

Para quien no la haya visto, os dejo una película muy interesante que a buen seguro, os hará pensar.

Fuente: Shurya



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