ALOE VERA PARA PROBLEMAS OCULARES





ALOE VERA PARA PROBLEMAS OCULARES
El gel de aloe vera puede ser un magnífico remedio contra diferentes tipos de infecciones y de problemas oculares. Desde conjuntivitis u orzuelos hasta queratitis se han aliviado durante siglos gracias a esta planta. Aunque también puede servir, simplemente, para ayudarnos a relajar la vista. Además tiene la ventaja de que es mucho más suave para los ojos que otros remedios más conocidos, y su efecto calmante suele ser casi inmediato.
Su acción bactericida, fungicida, cicatrizante y antiinflamatoria, entre otras, convierte al aloe en una elección más que interesante para cuidar los ojos. Además, algunas investigaciones sugieren su posible eficacia a la hora de proteger los ojos de la radiación ultravioleta del sol, o su posible efecto medicinal en los casos de cataratas, degeneración de la retina o problemas en la lente del ojo o en la córnea. Por si esto fuera poco, también nos regala su acción antiarrugas y ligero efecto "lifting" en la piel.

GEL DIRECTO DE LA PLANTA
El mejor gel, sin duda, es el que obtengamos en el momento, directamente de la planta cultivada de forma ecológica (sin ningún tipo de producto químico o tóxico).
Preparación:
Con este fin podemos cortar un trozo de hoja, quitarle las espinas laterales, y partirla longitudinalmente. Después, es importante lavar el gel para que se elimine el acíbar o líquido amarillo que desprende la parte verde de la hoja y que podría ser irritante. Podemos también dejar la hoja en vertical sobre un recipiente unos minutos para que salga el acíbar y luego aclararla con un poco de agua. O extraer el gel y enjuagarlo con la misma finalidad.

Cómo Utilizarlo:
Una vez hecho esto podemos usar el aloe vera sobre los ojos de diferentes maneras según nuestras preferencias o necesidades:
Aplicando directamente la hoja sobre los párpados cerrados, la parte del gel debe ser la que esté en contacto con la piel. Se puede dejar así unos minutos o hasta una hora.
Pasando la hoja sobre los párpados cerrados cada pocos minutos, a medida que el gel se vaya secando, reaplicamos el aloe, seguimos así durante unos minutos o hasta una hora.
Usar el gel directamente sobre los párpados cerrados a modo de colirio, bien puro, bien mezclado con un poco de infusión de plantas como manzanilla o eufrasia. No es necesario abrir los ojos pues el gel ya se filtrará a través de la comisura de los ojos.
A modo de colirio en el ojo, bien solo, bien mezclado con un poco de infusión. Podemos batir el gel para que sea más fácil de aplicar, una vez preparado guardar en la nevera y utilizar a lo largo del día.
Sobre una gasa humedecida ligeramente en agua o infusión de plantas, echar el gel del aloe y después extenderla sobre los párpados cerrados.
Se puede repetir la aplicación según necesidad. Es mejor usar gel fresco recién recogido o cortado el mismo día.

Debemos lavar bien la hoja de aloe antes de su uso, y todos los elementos que vayan a estar en contacto con el ojo deben estar bien limpios o esterilizados, según proceda.

El gel puede quedar un poco seco sobre los párpados,  para eliminarlo si esto resulta molesto, bastará aclararlos con un poco de agua limpia o infusión,  o pasarse sobre los mismos un paño suave humedecido con lo mismo.

Tampoco debemos olvidar su uso interno consumido como suplemento natural, que en algunos casos puede convertirlo en un complemento muy adecuado al uso externo.

Este gel es un excelente remedio natural que merece la pena tener en cuenta cuando queramos cuidar nuestros ojos. Una vez se prueba, hay muchas posibilidades de que se convierta en nuestro remedio preferido gracias a sus características excepcionales.

IMPORTANTE: ESTA INFORMACIÓN ES SÓLO CON FINALIDAD EDUCATIVA, EN NINGÚN CASO ES, O SUSTITUYE, LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.

Fátima Solé
Naturópata


BIBLIOGRAFÍA
Aloe Vera, Silvia Canevaro, Tikal Ediciones.

Aloe Vera, Deanne Tenney, Woodland Publishing, 1997.

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