Deprimid@?

Resultado de imagen de soledad

Cada día estamos más deprimidos, en concreto en pocos años un 18% más, alrededor de 350.000.000 personas en el mundo sufren depresión.
Lo que puede comenzar con tristeza, melancolía, añoranza... puede desencadenar en una profunda depresión de la que cada día es más complicado salir.
Apatía, falta de metas, profunda tristeza, sensación profunda de soledad, ganas de no levantarse de la cama en siglos, encerrarse en casa, abandonar las amistades, pocas ganas o ninguna de mirarse al espejo, abandono en el aseo e higiene diaria, abuso de ciertas sustancias para evadirse (alcohol, drogas...).
Todas estas señales deben de ponerte en alerta y debes de aceptar la ayuda que seguramente tienes a tu lado y que tu estado te impide ver; no te avergüences de pedirla, ten por seguro que aunque lo dudes hay mucha gente a tu alrededor preocupada.
El principal alimento de la depresión es la:
Soledad.
Así pues, huye de ella, rodéate de gente que te quiera, apúntate a actividades (aunque ya se que es lo último que te apetece).
Retoma horarios: levantarse, comer, dormir.
Aliméntate de forma más sana: fuera comida chatarra (patatas, fritas, dulces, helados,...).
Si has empezado a tomar alguna sustancia para evadirte (alcohol, drogas, somníferos no recetados...) es hora de sopesar los bienes y males del tema; la evasión sólo conduce a: más soledad, es decir a alimentar al monstruo del que huimos.
Obligate a arreglarte para salir de casa, si eres mujer tira de labial, el rojo levanta el ánimo.
El ejercicio genera endorfinas (hormona de la felicidad) si creés que no puedes, sólo sal a caminar, disfruta de la luz solar y si eres nocturn@, disfruta de nuestra amada luna.
Acude a sesiones de yoga, meditación...
Ábrete a algún/a amig@, siempre hay alguien dispuest@ a escuchar sin juzgar.
No rechaces los consejos y tal vez reproches de tus amig@s, si te sientes agredid@ dilo y piensa que si lo hacen mejor o peor, es porque en realidad te quieren, son un pequeño tesoro que guardar, no agredir.
No dudes en pedir ayuda al/a profesional pertinente, no es una vergüenza, es algo natural lo que te ocurre.


AUTORA: Rosa Francés Cardona (Izha)

No hay comentarios:

Publicar un comentario